domingo, 19 de novembro de 2017

Leo Brouwer – la Sonata del Decamerón Negro (2012)

En el 16 de noviembre de 2017 fue divulgada la premiación de un Grammy Latino para la obra Sonata del Decamerón Negro de Leo Brouwer en la categoría mejor obra de composición contemporánea contenida en el álbum (Gran Recitalde la guitarrista española Mabel Millán por la discográfica AdLib. Nacida en Córdoba, Mabel Millán (23 años) es premiada en decenas de concursos y dueña de una sensibilidad y destreza increíbles.
La Sonata - La premiación me motivó a hablar de la Sonata del Decamerón Negro, la tercera de Brouwer para guitarra solo, compuesta en 2012, dedicada a Costas Cotsiolis y estrenada por ese guitarrista griego en el 21º Festival de Koblenz (Alemania), en 2013. Es sabido que, en 1981, Brouwer compuso el Decamerón Negro inspirado por la obra homónima de Leo Frobenius, en que fábulas y cuentos caballerescos fueron recogidos en los años 1920 por ese antropólogo en África profunda. Ahora esta Sonata de 2012 es, por lo tanto, una nueva obra que demuestra su interés por la temática del Decamerón Negro. Vamos a saltar a un examen de la Sonata que está compuesta en cuatro Movimientos, por lo que nos sugieren sus títulos y por sus sonoridades resultantes.
I - Güijes y Gnomos - Güije es un duende del imaginario popular cubano, que habita matas cercanas a ríos (así como nuestro Curupira o incluso el Saci, en Brasil), y su imagen puede ligarse al gnomo europeo, no sólo por la apariencia, sino en el sentido mágico, pues un Güije podría transformarse en criaturas, como peces y aves, y, como la mayoría de los duendes, suele jugar bromas en los seres humanos.
Este movimiento abre la Sonata por el encuentro de mundos sonoros, siendo que la musicalidad cubana está presente en patrones de cinquillo, que se unen a citas de Fantasías de Luys de Milán; se trata de una metáfora musical para la mezcla de culturas - algo tan evidente en la guitarra de Cuba, de América Latina, naciones inventadas en un espacio cohabitado desde el Renacimiento.
II. Treno por Oyá - Treno, el canto fúnebre, Oyá, orisha femenino de las aguas y vientos. En la Santería cubana, religión equivalente a nuestro Candomblé (Brasil), Oyá sería muy parecida a nuestra Iansã por el poder de las tempestades, o incluso Iemanjá o Oxumaré, por el contacto con las aguas. ¿Qué hay que lamentar por Oyá? Según Brandon [1] (1997: 77), Oyá es también la responsable de llevarnos al mundo de los muertos, ella es la guardiana de los cementerios.
Este movimiento comienza con un ambiente sonoro algo misterioso (anunciado  por armónicos y celda melódica en los agudos) y luego pasa a una danza (ritual de los orishas, por supuesto), alternando con la reanudación del ambiente inicial. En fin, busca de ancestralidad africana en esa sección.
III. Burlesca del Aire - Arias y burlescas están presentes en el cotidiano de la literatura musical de herencia española. Las células rítmicas de la música popular cubana inician esa parte, en alturas de notas que crean melodías atonales, que a su vez encuentran un camino para micro-citaciones de motivos, y suscitan un variado clima español, siendo la mazurca Adelita de Francisco Tárrega la cita directa.
IV. La Risa de los Griots - La sonrisa de los griots. Un griot tiene una de las funciones más importantes de la sociedad tradicional africana, que es narrar hechos históricos que identifican a ese grupo social; la memoria de un pueblo está presente en sus narrativas, y el griot lo hace con la ayuda de la música. La sonoridad resultante de ese movimiento retoma ideas de ancestralidad africana, de culto y danzas rituales.
Narrativa - Lo que queda más marcado en la Sonata del Decameron Negro es la narrativa que Brouwer hace del 1º al 4º movimiento, en que las sonoridades se alternan en modos de ser culturalmente distintos, pero reunidos en ese espacio cohabitado – un "decamerón cubano", de seres míticos y que llevaron sentidos de la época de la Cuba colonial, a la deidad afro, a la música popular de salones, al encuentro de lo nuevo, en fin historias narradas también allí, de herencia múltiple como la del autor, por todo lo que significa eso.

La Sonata se acerca muy sutilmente a algo de Decameron Negro (1981), estando plenamente construida por nuevos motivos. Una hermosa obra del repertorio más reciente de ese brillante compositor que necesita esa relación con la guitarra a lo largo de su vida. La guitarra sin Brouwer sería inimaginable. Es una necesidad para ambos.




[1] - BRANDON, George. Santeria from Africa to New World - The Dead sell Memories. Indiana University Press, 1997.

Más:
Gravadora AdLib y pormenores de la premiación del Grammy Latino:
https://www.facebook.com/adlibmusicmx/
 https://www.facebook.com/LatinGRAMMYs/videos/10154793047251106/

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Noticias sobre 80 años de Brouwer aqui: 
http://musicacontemporaneaparaviolao.blogspot.com/p/brouwer-80.html

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