segunda-feira, 14 de maio de 2018

(Versión en Castellano) Canticum: el "Mayo del 68" de la guitarra - Búsqueda de las sonoridades de la guitarra - Parte 2


Hace exactamente 50 años el mundo occidental asistió atónito a imágenes de manifestaciones en las calles de París de grupos de estudiantes que se unirían a una huelga de trabajadores – un furor que se extendería por Europa, entrando a la historia como el Mayo del 68, flujo y reflujo de varios otros movimientos: contra la guerra de Vietnam y Argelia; lucha por los derechos civiles de los negros estadounidenses; movimientos en América Latina; revolución cultural en China...

1968 es también el año de la creación de Canticum, obra icónica para la guitarra de Leo Brouwer, que refleja el afán experimental de la producción occidental en la poética de ese increíble creador cubano.
Mucho más que cantidad, el relieve de Brouwer en la historia de la música contemporánea y, para fortuna de nosotros, de la guitarra, se establece por las innovaciones que proporciona al idioma del instrumento, actualizando sus características junto a la vanguardia de los 60', con quiebra de paradigmas y nuevos valores, principalmente el ruido y, en gran cuenta, el silencio.
En poco tiempo Brouwer alcanza una posición destacada con aires renovadores para el aura romántica que la guitarra aún vivía. Algunas de sus obras iniciales, como Preludio y Pieza sin título (1956), Fuga y Danza Característica (1957), se acercan a una esencia expandida por tonalidades ambiguas, armonías extendidas y procedimientos poco usuales, como sonidos percutidos en cuerdas y tapa.
Sin embargo, la obra que inaugura una nueva fase en su producción, y a la vez a la guitarra de concierto, es Canticum, por ir más allá de cualquier idea musical pensada para un instrumento entonces poco identificado a la vanguardia, dimensionada por festivales como el de Verano de Darmstadt (Alemania), el de Otoño en Varsovia (Polonia), y en los Estados Unidos, Verano en Tanglewood.
Se trata de un "parteaguas" en el repertorio. En Canticum lo nuevo es el elemento dominante, con el que Brouwer colma la laguna del instrumento con la escena musical, creando la impresión de que la guitarra nunca más se alejará de los desdoblamientos histórico-estilísticos de movimientos artístico-culturales.
La obra está dividida en dos partes: Eclosión y Ditirambo. El nombramiento del título principal - Canticum - se refiere a un término en latín, tradicional de la música, pero no con configuración religiosa, sino de elegía, de rito, teniendo en la parte Ditirambo la exacerbación de esa idea. El título Eclosión narra una germinación de sonidos que "luchan" para salir de sus "capullos" de tres acordes de alturas idénticas que empezan la música.
De estos acordes salen las notas base de la obra, en un proceso de transformación pasando por momentos de adición cromática, de acordes, rítmica, de timbres, en una especie de alargamiento de la realidad de la guitarra, que Brouwer realiza con maestría – por eso Hernández (2000: 113) reitera que Canticum es una obra didáctica, en la que se buscó sintetizar elementos de la vanguardia. Así, Brouwer emplea niveles de transformación a lo largo de la pieza, lo que la convierte en una obra revolucionaria.
Las alturas de las notas no están acomodadas a formar una melodía principal y otras de acompañamiento, más bien un conjunto de sonoridades que en ciertos momentos recibe mayor destaque, como en los acordes iniciales en posición de cluster de donde saldrán celdas generadoras mínimas, que se alternan por acercamiento con el ruido, y el tratamiento dado a la pausa, al silencio:

 
Comienzo de Eclosión de Canticum, la intensidad de sonido (fff) e de gran pausa (G.P.) ubicadas lado a lado, énfasis del  plan ruído–silencio típico de la vanguardia de los 60’.

Podemos ver el tratamiento de las duraciones en segundos (en el control personal, interno, del intérprete) y no en proporciones fijas de la notación musical, el ideal sonoro es naturalizar la incertidumbre de pulso, ya que la duración en segundos tampoco es constante: 6"-4"; 6"-3"; 6"-4" – una deliberada no linealidad a lo largo de la obra. Se une a eso, la ausencia de fórmula y barras de compás; se entiende el discurso musical por sistemas o líneas.
Otra incertidumbre viene de la idea de existir o no un "Tema" en Eclosión, pues de manera muy diversa de la tradicional, celdas generadoras, tres notas en general surgen de los acordes iniciales trayendo desarrollo a la obra, pero no más una asociación directa a la memoria para guardar un tema recurrente; la memoria aquí es trabajada de manera diversa a la tradicional; fragmentada.

 
Parte inicial de Eclosión del Canticum, con algunas celdas generadoras perfazendo una ideia de reiteración, surgidas de los acordes introductorios de la obra.
La vanguardia de los 60' es también el momento del Timbre, y Brouwer resalta esto en las muchas variaciones en repeticiones de celdas mínimas: metálico, dolce, tambora, grafismos de sonidos percutidos (con los dedos en la tapa de la guitarra).

Parte con celdas generadoras dispuestas en variaciones del timbre
Otras variaciones ocurren por adición de notas, con resultado sonoro de prolongación de celdas o notas por expansión casi mínimas; las variaciones por adición de notas rápidas, repetidas o por intervalos diatónicos, resultan sonoramente por la prolongación de notas en trinados o tremolos o bien pulsación rítmica proporcional del más largo al más breve.
Una disposición de acordes en intervalos de 2as presenta variación de  dinámica (ff-pp) y pausas intercaladas, éstas ora regulares ya extendidas, una vez más sugiriendo un carácter de no linealidad hasta en los silencios.

Acordes con pausas deliberadamente no lineales

Se produce un cambio de altura (en la cuerda 6) durante el paso de Eclosión a Ditirambo, alterando el referencial, de la constante nota más grave de la obra, Mi para Mib; ese cambio de registro – durante la ejecución – es procedimiento rarísimo todavía hoy.
En Ditirambo, aspectos de Eclosión son recurrentes: celdas generadoras mínimas van pasando por repetición y adición de notas, prolongando cada vez más el discurso, y la ejecución del Mib en ostinato. A conclusión, una nota, venida del agrupamiento de notas añadidas, se acerca al ruidismo al ser repetida con intensidades de dinámica y tiempo hasta extinguirse. Una última aparición de una célula generadora en glissando cierra la obra, obteniendo un irónico reposo.
Las transformaciones en la escritura de Canticum, la reorganización de la técnica para componer e interpretar tal obra, un material mínimo, resultados sonoros casi desconocidos, poco esperados o no asociados, inciertos... son adjetivos de una obra musical que más parece una declaración de rompimiento a la tradición, en el mejor espíritu de época, de un artista de entonces 29 años recién completados.
Así, parece, de hecho, una sincronía que Canticum de Leo Brouwer tenga sido generada en el mismo año en que acontecimientos sociales y políticos del Mayo del 68 transformaron la visión de la sociedad occidental sobre muchos valores, hasta entonces, tenidos como inmutables.

Cita:
HERNÁNDEZ, Isabelle. Leo Brouwer. Editora musical de Cuba. Habana, 2000.

Más:
 Gilson Antunes en vivo - Canticum - Leo Brouwer
https://www.youtube.com/watch?v=DkDjXhL9o20 

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Noticias sobre 80 años de Brouwer aqui:
http://musicacontemporaneaparaviolao.blogspot.com/p/brouwer-80.html

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