quinta-feira, 28 de julho de 2016

Primer parte - Especial - Centenario de Abel Carlevaro (1916-2001)



La guitarra es como agua que se amolda a cualquier contenedor.
(Carlevaro, 1997 Revista Violão Intercâmbio)

Para repercutir este hermoso pensamiento del guitarrista y compositor uruguayo Abel Carlevaro, disfrutamos de dos de sus composiciones para guitarra solo: Preludio Americano 3 - Campo y Intermezzo de Cronomías I.
Algunos puntos a considerar sobre el Preludio Americano 3:

Título: reunir el sustantivo Preludio al adjetivo Americano sugiere desde ya una propuesta de dilución de fronteras: Viejo y Nuevo Mundos que terminan de fusionarse a través del arte, la forma del Preludio en el ámbito del Campo, el territorio, el paisaje latinoamericano en enfoque; no hay una paradoja en esto, sino más bien una amalgama, lo popular con lo académico, lo culto con lo popular, hecho por alguien que admiraba ambos contextos.

Sonoridades: la aceptación de la disonancia como procedimiento compositivo en un instrumento tan popular, no es una tarea fácil, porque la tradición tiende a generar expectativas, por ejemplo, una armonía de acordes perfectos, pero en Campo hay una disposición  más libre, incluso mucho de cuerdas al aire. Sin embargo, la composición tampoco abandona las  consonancias o funciones. Esta disposición se encuentra con el punto de referencia innovador del siglo XX para la guitarra, que es el repertorio de Heitor Villa-Lobos, por quien Carlevaro tenía gran afinidad, haciendo muchos estrenos de obras del brasileño, y una confesa admiración, incluso creó varias obras en su homenaje. Recordamos que Campo fue compuesta aún en década del 1950, es decir, Carlevaro ha pisado en el terreno de los cambios antes de muchas poéticas en los revolucionarios años sesenta.

Bach: La Passacaglia BWV 582 en do menor para órgano ha sido referencia para la creación del tema (el bajo) del Preludio, hay una asociación inmediata, pero luego nuevas ideas se desarrollan a lo largo de la obra; todavía mantiene una inclinación por la polifonía, en una presentación a dos voces. Una vez más la mezcla, ahora en temporalidades superpuestas, un qué de barroco y modernismo, rasgo compartido al ser latinoamericano.
Cronomías I es una sonata, compuesta en 1971; presenta interesantes procedimientos de composición que fomentan innovaciones en el lenguaje del instrumento. El Intermezzo es la  segunda parte de esta sonata.
Vamos a algunas de las ideas del Intermezzo:

Serie: la obra se genera a partir de la serie dodecafónica.

Indicaciones: se requieren instrucciones en Cronomías, pues los nuevos grafismos y la notación tradicional están presentes.

Timbres: buscar timbres era algo fundamental para Carlevaro, que solía obtener diferencias tímbricas en centímetros de la guitarra, incluso comparando el sonido resultante con instrumentos orquestales (como he visto en clases magistrales). En el   Intermezzo, esta idea está muy presente.

Percusión en la guitarra: el efecto aparece en la introducción de Intermezzo y será el desfecho de la pieza. Golpear la tapa de la guitarra sigue siendo un tabú para muchos intérpretes de lo contexto clásico. En contexto contemporáneo, este procedimiento ha adquirido mucho más profusión.

Oscilación de altura de las notas: clase de vibrato más contundente, ejecutado para desplazar la definición precisa de la altura (temperamento) en la nota indicada.

Melodías independientes por manos derecha e izquierda: uno de los efectos más interesantes, por su eficiencia y belleza, es el pasaje en el que la mano izquierda empieza un trinado mientras que la derecha contrapuntea una melodía en armónicos naturales; esta idea se presenta al comienzo y hacia finales de Intermezzo. Es una maravilla para escuchar, ver y tocar este juego sencillo, pero tan eficaz.

Asociase comúnmente Carlevaro a su gran labor didáctica en la guitarra; defendió verdaderas tesis en la resolución de problemas anatómicos y técnicos, dirigidos a la longevidad en la performance y, sobre todo, una interpretación llena del instrumento. Él supo  cómo hacer su camino en el mundo de la música y por su relación con Villa-Lobos se convirtió en un habitué de Brasil – algo de gran honor para nosotros – y cambió el curso de la labor de guitarristas de acá, y demás generaciones posteriores a este contacto. Como guitarrista, sus actuaciones son sensibles y pioneras, desde el valor que pronto se dio cuenta a la obra de Agustín Barrios hasta el performance y creación en el contexto contemporáneo.

Títulos y más sobre Carlevaro:
Marcelo Fernandes Pereira - Dissertação de Mestrado: A Escola Violonística de Abel Carlevaro, Escola de Comunicações e Artes, Universidade de São Paulo, 2003.
Alfredo Escande - Abel Carlevaro - un nuevo mundo en la guitarra. Montevideu: Aguilar, 2005.

Alfredo Escande - canal do Youtube com vídeos e programa de rádio sobre Carlevaro 

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