sábado, 29 de outubro de 2016

Parte 7 - Música Contemporánea para Guitarra en Libros... Turibio Santos


... El caso de Heitor Villa-Lobos seguiría siendo una excepción. Siendo él mismo un guitarrista, su lenguaje en el instrumento tuvo el privilegio de abrir nuevos caminos.
Turibio Santos


Heitor Villa-Lobos e o violão
(Heitor Villa-Lobos y la guitarra)
Editorial: Museu Villa-Lobos, Rio de Janeiro, 1975
Autor: Turibio Santos


El pequeño libro de Turibio Santos es un texto pionero con gran información que contribuyó en muchos temas de investigación.

En el primer capítulo, Turibio Santos presenta la relación entre Villa-Lobos y la fuerte cultura popular brasileña, sus primeros escritos de aspirante a compositor y cómo todo esto origina un vasto y precursor trabajo dedicado a la guitarra, en ambientes que van desde una ciudad "tranquila y burguesa" como Rio de Janeiro  hasta la bulliciosa y cosmopolita París.

El autor percibe las cuatro partes de la Suite Popular BrasileiraMazurka-Choro, Schottisch-Choro, Valsa-Choro y Gavotta-Choro – como un retrato musical de la belle époque de Rio, y como "un embrión de los Estudios y Preludios". También observa que el Chorinho, obra compuesta en 1923 en París, es la única pieza en la que "la región más grave del instrumento tiene papel preponderante, como sucederá a partir de los Doce Estudios compuestos en 1929" (SANTOS, 1975, p. 9).

En el capítulo 2, presentase dos de los momentos más importantes en la historia de la guitarra del siglo XX: la reunión Andres Segovia y Heitor Villa-Lobos – allí se encuentra la famosa descripción de esta ocasión, en primer término dando la palabra a Villa-Lobos y luego a Segovia – y la creación de los 12 Estudios. El autor afirma: "Por un lado Villa-Lobos abrió un nuevo panorama para el instrumento, un nuevo patrón técnico y estético, siendo Segovia el primer beneficiado; por otro, el gran virtuoso español ayudaría en la difusión del genio de Brasil en todo el mundo "(p. 14).

El Capítulo 3 trata directamente los 12 Estudios escritos entre 1924 y 1929. Turibio cree que muchas de las ideas de esta serie ya se acumularían en el mundo musical de Villa-Lobos tiempos antes. Algunas de las reflexiones que Turibio hace acerca de los Estudios:

- Estudio 1 – lo considera como una Bachianas Brasileiras miniaturizada. Interesante su opinión de que: "A pesar de que el uso de cuerdas al aire y cromatismos, en una sola posición, da a la guitarra su volumen máximo, el Clave Bien Temperado está constantemente presente" (p.16);
- Estudios 2, 3 y 9 – desarrollo de fórmulas a manera de Carcassi, Carulli y Aguado, y en el acompañamiento hay  "influencia de chorão, aunque totalmente dominado por el creador estudioso buscando llenar los vacíos en el repertorio del instrumento" (p.15);
- Estudios 4 y 6 – una construcción muy cercana de los   acompañamientos populares;
- Estudios 7, 10, 11 y 12 – en estos estarían el gran desafío a la técnica y la invitación a las innovaciones de la serie;
- Estudio 10 - células rítmicas derivadas de la samba o la música africana (p.19);
- Estudio 11 - un tratamiento imitativo del sonido del cello en un canto de rasgos brasileños, en contraste con la ornamentación ligeramente impresionista. En la parte central: "el efecto de campanela – utilizando en ciertos momentos cinco 'mis' de la guitarra y haciéndolos  contrastar con la re de la cuarta cuerda – marca época en la historia del instrumento" (p.20).

Turibio Santos percibe los últimos tres estudios como un acervo para el surgimiento de los Preludios de 1940, principalmente en matices del Estudio 11.

Advierte acerca de la complejidad y el esfuerzo demandado en la aplicación de estas obras por los estudiantes, acrecentando un cuidado especial, es decir, hay el momento adecuado para emplearlos.

Los capítulos 4 y 5 se refieren a los Preludios. Turibio deja claro que en la producción de Villa-Lobos había habido un llamamiento constante a la guitarra, sea de obras originales o de transcripciones – en todo momento de su carrera, el compositor siempre se vuelve a la guitarra.

En Preludio 4 "homenaje al indio brasileño", el autor señala el "uso perfecto" de las resonancias de la guitarra. "Ellas aparecen en toda la obra de Villa-Lobos, pero aquí se visten, por otra parte, por la melodía reproducida con los armónicos naturales." Constata proximidades entre la parte central del Preludio 4 al Preludio 2 y Estudio 11, a saber: "una melodía en las cuerdas graves acompañadas de un arpegio, basado en una sola posición, que desfila en el trastes del instrumento" (p.27).

Al final del libro hay una extensa lista de obras de Heitor Villa-Lobos compuestas para la guitarra, reunidas las transcripciones, música de cámara con guitarra y piezas perdidas. Esta lista fue establecida por el poeta y compositor Herminio Bello de Carvalho, gran nombre del medio artístico brasileño – juntos, él, Jodacil Damaceno y Turibio Santos hubieran tenido contactos con Villa-Lobos (entre 1956 y 1958 en Rio), conservando notas y recuerdos, posteriormente adaptados para este libro.

Durante generaciones el nombre de Turibio Santos se ha escrito en la historia de los grandes intérpretes de la guitarra, y sin duda esto así va a continuar. Este libro es más un hecho que muestra tal grandeza; su lucidez para registrar formalmente a todos estos datos desde Villa-Lobos, ya compartidos en la década de 1970, provocó numerosas investigaciones, a partir de su texto muy perceptivo, incluso por vislumbrar la magnitud que tendría la obra de Villa-Lobos, poco más de 10 años después de la muerte del compositor (véase el capítulo “Las consecuencias de una obra”).

El libro está fuera de impresión. Probablemente se puede encontrarlo en bibliotecas universitarias, centros de música y en el Museo Villa-Lobos (Rio de Janeiro).

Más:


 
http://www.turibio.com.br/

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